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viernes, mayo 25, 2007

Asumir el adios

Pensaba en las tristes historias de abandono que rodean las existencias de mis seres queridos. Si hay una característica común en los seres de los que me rodeo es la desafección emocional profunda, o más bien el compromiso amargo del alma en la relación con el otro, en la paciencia ansiosa del caminar hacia la nada con los ojos cerrados y los brazos estirados, palpando ideales y rabias dolorosas, que harían vomitar a una señora Juanita.
Cuando de repente!..vuelve la idea de mi propia soledad a mi cerebelo y o u cerebro. Mi propia amistad con ella me hace renunciar a un intento más de cualquier cosa.Bah. Siento la ausencia de sentido y me quejo de ello. La ausencia es el sentido. La búsqueda de un sentido con que llenarla: la vida misma. Bah. Puaj!
Asumiendo que todo eso da vueltas en mi cabeza, me entrego a seguir soñando, evitando culposamente el pensamiento recurrente de que la vida está en otra parte.

1 comentario:

. dijo...

Imágenes paganas... becerros de oro....
...el tránsito fugaz y fluvial hacia ese espacio blanco, negro, húmedo y latente de la post-respiración.
¿Cómo procesará nuestro tálamo la ausencia final de estímulos?

Ok, asumo también que en la búsqueda está el encuentro.
Y la soledad (la en minúsculas, no la compañera salubrista....) nos acompaña como puta solidaria, la prot-cabrona que siempre nos fia un polvo desesperado.

Jah!

www.felipezunigaherranz.blogspot.com