Es curiosa una disposición anímica que a veces me invade. Siento ansiedad por escapar. Se me ocurren varias vías a la vez. Deporte, caminar, culpa. Alcohol, tabaco e ilegales suaves. También música.
Finalmente termino cediendo. Leo algo. Navego por diferentes páginas de interacción social, información etc. Escribo un párrafo o dos, me agoto.
Eso me ocurre día tras día hace unos días. Me pregunto que ocurre, pero no sé dar pasos en ese sentido, porque rápidamente me veo frente a una decisión ya tomada. Y ahí pienso mucho rato, en la contradicción y sus eternas promesas de ambivalencias y dudas. Todo esto en medio de abundantes distracciones, dilaciones y retiradas. Todo el proceso finaliza en un par de párrafos que esencialmente son leídos en un par de ocasiones futuras, buscando un asomo de posibilidad de publicación. Pero no.
Entonces llego a pensar, escuchando canciones de Chet Baker, que estoy aburrido.
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