Seguidores

martes, diciembre 26, 2006

Perséfones

La sublime forma del antifaz
Pegado a su hermosa y blanca tez
La hace parecer más hermosa de
Lo que es en realidad
Generando en su círculo
Más íntimo de amigos
Envidias, comentarios
E interpretaciones mezquinas
Pero ella no parece notarlo.

El género albo impide conocer
Su veracidad
Imperfecciones y gestos
Que delatan lo que realmente ella es.

Llena de angustia quizás
O completamente conciente
Del encanto que genera en los demás
De una u otra forma
Podemos apreciar su bello perfil
Que nunca acusará
Realmente quién está
Bajo su blanco ocultar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Pude sentir la intriga del final, este es de aquellos poemas que disfruto, directo y complejo solo en cuanto a la subjetividad que puede lograr despertar.
Saludos

Sergio Sánchez Bustos dijo...

Tus palabras suenan muy bien...

Anónimo dijo...

Escapando de las simulaciones, con facciones definidas por una belleza no del todo oculta, te saludo......más acá.

Desde el otro lado de la cordillera

Cassandra (ó tal vez Perséfone)

Anónimo dijo...

bah!....
qué decir
qué hacer
cuando la espiral de deseos
enreda volición y desempeño...

desde el pulpejo de mis dedos
veo venir soledades
desesperadamente acompañadas

sudores fríos
tras fiebres
-tercianas, cuatercianas...-

en fin
todo acaba como al principio

imagen quemada
contraplano al vacío

y un pulso de angustia
-es muss sein!-
que horada tiempos venideros
y pretéritos

Anónimo dijo...

Me gusta imaginar tu rostro.
Es hermoso y sensual
dotado de un especial carisma
adornado por un habla penetrante
que atrae como un venado se paraliza
ante la posibilidad de morir
cuando el cazador le apunta
con una escopeta o fusil
al cuello o al corazón...

M dijo...

tienes razón, hay que seguir leyendo, hay que seguir descubirendo, hay que seguir viviendo.

Saludos y buen 2007